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Cuando tu papá se va demasiado rápido

Actualizado: 26 nov 2023


En la historia de mi vida mi papa murió muy joven, dejando un vacío intolerable demasiado rápido y demasiado pronto.


Mi relación con él era única.


EL y solo EL se llevaba mi mirada, mi admiración, mi búsqueda, mi respeto, el impulsaba mis ganas de ser mejor. Naturalmente le di (y porque se lo ganó) el PODER de hacerme sentir importante, valiosa, visible y reconocida.


Él era ese faro de luz que iluminaba mi camino incluso en los momentos más incómodos. Tenerlo cerca significaba sentirme segura, sentimiento profundo que solo un padre puede hacer sentir a su hija.


Él fue por muchos años mi fuente de fuerza para caminar con curiosidad y exploración en la vida. Es mirando en retrospectiva que me doy cuenta de que en términos evolutivos todavía no me encontraba "lista" para ser separada de él.


Porque no es lo mismo que busques voluntaria y oportunamente separarte de tus papas motivada por un deseo de conocer más de ti, a que la vida te arranque de sus brazos sin avisarte. Me gusta creer desde un lugar, quizás un cuanto egocéntrico, que de haber sido opcional, entonces quizas nunca habría estado "lista" para separarme de la calidez y grandeza de su corazón.


Sin embargo ahí me encontraba forzada por la impredictibilidad de la vida tratando de estarlo.


Compensando mi dolor y por un tiempo tomando prestada SU propia energía en un intento de NO sentir la profunda incomodidad que implicaba sentir MI perdida. Con ello aferrándome a aquello que EL consideraba como SU ideal. A SUS creencias, a SU manera de ver la vida, a SUS palabras, y a SU modelo de andar con asertividad, honestidad y valor en la vida.


Solo para darme cuenta de que al estar MI ENERGÍA motivada por la de EL, mi energia se disipaba rápidamente, dejándome con una sensación de vacuidad e insatisfacción. Sentimiento que pronto se volvió incómodo e insoportable, superando mi capacidad de seguirlo evitando.


Y ahí comenzó mi despertar espiritual…


Cuando no me quedo de otra más que la de rendirme a mi dolor. A esa herida que en lo profundo aun ardía en mí. Con ello:


➡️Sentía

➡️Me incomodaba

➡️Me incomodaba aun mas

➡️Me dolía

➡️Me enojaba

➡️Me dolia más

➡️Me enojaba aun más

➡️Sentía miedo

➡️Buscaba afuera

➡️Me sentía incomprendida

➡️Seguia sin encontrar

➡️Me frustraba

➡️Me perdía

➡️Dejé de saber quien era

➡️Y así... un día: me entregue a MI, a mi DOLOR

➡️Llore de impotencia

➡️Y llore

➡️Y llore

➡️Y llore

➡️Y llore aún más

➡️Y llore todavía mas


Un día y sin precisamente llevar la cuenta, inmersa en mi dolor y soledad encontre un camino de regreso a mi .


Finalmente todo hacía sentido, comprendí que somos seres dolientes y que una lágrima tras la otra adquiere el poder de limpiar y purificar la neblina que se acumula en el interior.


El proceso aunque incómodaba me llevaba a reclamar y sentir la fuente de mi propia energía, adaptandome a mi nueva realidad: SIN ÉL👨, a ese hombre al que amé y amaré, el primero de mi vida, y ninguno más que él.


No fue hasta que me vacie de sentimiento, de enojo, de dolor, de tristeza que finalmente se liberó un espacio para reconectar con la fuente de mi propia energía, mi CORE.


Poco a poco fui reclamando con gran dignidad ese estado SAGRADO de dependencia que un día en mi

infancia perteneció a mi papá.


Cuando mi energía dejo de depender de la de el, paradojicamente me volví receptiva a recibir su fuerza. Un proceso por medio del cual toda mujer en su camino evolutivo debe caminar independientemente de perder o no a su padre.


Asi fue el camino a través del cual tomé agencia de mi propia vida y comencé a asumír la hermosa responsabilidad de valorarME, comprenderME, y darME la importancia que merezco.


A medida que me fui transformando, no solamente me volvia capaz de sentir y tomar su fuerza, sino también comenzaba a poder DAR al mundo externo manifestándo desde MI verdad.


Impulsada por una fuerza más poderosa que la mía y enfocando mi energía de manera apasionada y asertiva hacia lo que más disfruto: unir palabras e ideas y acompañar corazones rotos como algún día lo estuvo el mío.


Porque ahora tengo acceso a ese lugar profundo desde donde me es posible preservar cercania con el. En realidad en muchos aspectos soy como él, y al mismo tiempo algo mas que el.


Adriana Soberon P. ©️ Copyright. Todos los Derechos Reservados.








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