El Instinto de Separarte Buscando ser tu Mismo
Actualizado: 11 jul

La separación y el Vacío están íntimamente entrelazados, el sentimiento de vacío llega cuando te separas de algo o alguien a quien has estado muy apegado.
Si bien la experiencia se siente incómoda, representa una experiencia evolutiva y natural en la vida del ser humano.
Lo experimentamos por primera vez en nuestro nacimiento, donde somos movidos por nuestros sentimientos corporales de incomodidad que nos llegan a avisarnos que ya no cabemos más en el vientre materno.
Es la incomodidad sentida que nos empuja hacia la búsqueda de algo más, aventurándonos en dejar atrás la calidez y el confort de lo conocido.
Al transitar la salida, y ya estando “separados”, aunque existe una descarga y un descanso de las sensaciones incomodas. De inmediato se hace presente un sentimiento de pérdida y/o de desorientación.
Afortunadamente el Universo de manera consistente cuida toda forma de vida, ocupándose de nosotros, y orquestándonos en una danza benévola y mágicamente organizada.
En donde de manera casi milagrosa aparece SIEMPRE una respuesta a nuestro estado dependiente. En el caso del nacimiento inmediatamente aparecen los brazos cálidos de nuestra madre.
Porque es el sentir de separación que nos abre receptivos a volver a RECIBIR de nuevo.
Y que a su vez nos orilla a expandir nuestra capacidad sensorial para regresar al estado unitivo, y desarrollar formas más profundas y expansivas de amar.
Porque es imposible hablar de “vida” sin incluir los movimientos instintivos de UNIÓN y de SEPARACIÓN.
Es a travez de estos dos movimientos que vamos desarrollando una capacidad elástica; aprendiendo a separarnos y al mismo tiempo expandiendo nuestra capacidad de amar.
Encontrando un espacio cada vez más amplió para nuestra propia persona. Con nuestras propias ideas, creencias, pensamientos y emociones.
Es en la relación con nuestros padres en donde aprendemos “idealmente” a fluir con los movimiento naturales de vacío buscando definirnos en este mundo y convertirnos en nuestra propia persona, pero también el de extender los brazos para recibir y nutrirnos de amor.
Es solo siguiendo este camino que vamos encontrando formas cada vez más expansivas y auténticas de expresar nuestro amor pero también nuestro dolor.
Lamentablemente algunos quedan atorados buscando la unión sin poder vaciarse o separarse de aquello que conocen, aferrados y cerrados sin receptividad ni apertura.
O los que quedan atorados separándose aferrados a su dolor y sin poderse mover hacia el amor o la cercanía.
Porque es solo fluyendo libremente a travez de ambos movimientos que nos mantenemos en la vida.
Porque hay que aventarnos a tomar el riesgo que es la vida. Y no quedarnos atorados o empantanados.
Adriana Soberon P. ©️ Copyright. Todos los Derechos Reservados.