Últimamente me he referido mucho a la importancia de experimentar el vacío emocional en el cuerpo. Una experiencia que no solo te lleva más cerca de tu corazón, sino que también te permite fluir y alinearte con la Fuerza de la Vida.
Pero creo, que no tiene sentido seguir hablando mas de vacíos, si no es que incluyo su experiencia opuesta y, por consiguiente, la misma.
Me refiero, en la aventura de ir a la vida, tomándola por completo y centrando nuestra energía hacia la búsqueda de nuevas experiencias, sin quedarnos atorados tratando de etiquetarlas como buenas o malas.
Me refiero, a lograr salir de nuestra mente; aquella que busca encasillarlo todo, y en su defecto regalarnos la oportunidad de experimentar la vida dejando a nuestro corazon servir como guía, sintiendo. Esto incluye tolerar CON CURIOSIDAD toda la gama de sensaciones... incluidas las incómodas.
Pues es solo asi que somos movidos a convertirnos en más de lo que estamos esencialmente destinados a ser. Es desde ahí que nos vamos llenando de valor y de originalidad con objetivos y aspiraciones específicas, en donde cada ser en diferentes forma y tiempo va logrando definirse y llenarse de significado.
Tomar la vida es ir con curiosidad, buscando respuestas a las preguntas mas profundas, dando como resultado el desenvolvimiento de el pensamiento individual, aquel que nos distingue de los demás. Me refiero al proceso por medio del cual te diferencias y separas, volviéndote cada vez mas un ser único e individual.
Ir a la vida con el corazón, representa el camino por el cual nos convertimos, en seres arraigados, pisando con nuestros pies bien firmes y anclados sobre la tierra.
Es una forma de vivir la vida que da como resultado el desarrollo de nuestro poder interno: aquel que nos da la capacidad de no desaparecer o ser barridos ante las experiencias incomodas, dolorosas e inevitables que se manifiestan invariablemente en la vida. Es desarrollar la fortaleza natural para poder dejar atrás, de separarte para ahora anclarte profundamente y con ello convertirte en tu propia persona, con un sentido profundo de quien en eres.
“Porque uno nunca deja de revelar y convertirse en mas de uno mismo hasta que muere”
Parece obvio entonces; qué, si uno no va a la vida, uno NO experimenta el vacío. Un fenomeno que yo le llamo "el estado adormecido del alma" un estado superficial del ser, en donde la energía queda meramente enfocada y atrapada en la superficie. Obsesionados en aquello que es perceptible a los cinco sentidos, me refiero, al desarrollo y la acumulación de lo material, aquello que da poder externo y que lamentablemente no dura para siempre.
Resulta una tragedia que solamente la fuerza de un vacío forzado nos encause en el retomar del camino evolutivo. Aquel que sobre todas las cosas desea que desenvolvamos mas de nuestro poder interno.
Porque cuando te resistes, luchas, adormeces, o te distraes, de tus experiencias de pequeños vacíos, en realidad lo que haces es empobrecerte, desestabilizarte de la vida, y dejándote cada vez más cojo e inestable para poderla vivir.
Renunciando a la oportunidad de aprender a diseñar un mapa para la vida hecho a la medida solo para ti.
Porque cuando nos permitimos tomar la vida sin fragmentarnos de nuestro corazón y lo integramos como nuestro guía, aprendemos a honrar nuestras necesidades desde un lugar profundo y le abrimos el paso al surgimiento natural de un mapa. Uno que incluye nuestro aprendizaje y TODAS nuestras condiciones necesarias (limites) para poder regresar con curiosidad a la vida.
Porque cuando aprendes a sentir tus pequeños vacíos y te das cuenta de que no te moriste en el intento.... pronto aprendes a pausarte ante ellos de forma natural. Iniciando una conversación contigo mismo/a, reforzando tu instinto de preservación. Desarrollando la habilidad de relacionarte con tu propio sistema de energía (tus emociones).
El vacío para concluir es la pausa, el silencio, el espacio para estar con uno mismo, después de aventurarnos en el ir a la vida con nuestro corazón. Es el momento en que te paras para procesar esas emociones densas.
Uno va de la mano con el otro, y representa el camino vital para ir a la vida desde un lugar cada vez más fortalecido.
Y hoy te dejo para que reflexiones una pregunta que quizás te toma un tiempo responder:
¿cómo consideras que TÚ vas a la vida? ¿Por la superficie o por la profundidad?
Adriana Soberon P. ©️ Copyright. Todos los Derechos Reservados.
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